«Trabajaremos con el Govern para reducir la lista de espera a residencias y centros de día para personas mayores dependientes incrementando el número de plazas y garantizando, así, que todo el mundo tenga acceso al servicio asistencial que necesite». Así lo ha anunciado hoy el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, durante la visita a la residencia Llar d’Ancians que ha hecho acompañado por el conseller de Bienestar Social y presidente del Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS), Guillermo Sánchez, y la vicepresidenta del IMAS, Magdalena García. Una residencia que precisamente este año cumple 45 años.

Se trata de la primera toma de contacto con los centros de personas mayores gestionados por la institución insular. Durante el recorrido por las instalaciones, tanto el presidente como el conseller han aprovechado para saludar e intercambiar opiniones con profesionales y usuarios. «Las personas mayores son nuestra prioridad y por eso ya esta primera semana en el cargo hemos querido conocer en primera persona el día a día de una residencia y estudiar las mejoras necesarias para garantizar su bienestar», ha manifestado Galmés.

En este sentido, ha añadido, “ahora iniciamos en el Hogar la licitación para la reforma del módulo D de esta residencia. He dado instrucciones al presidente del IMAS e iremos rehabilitando de forma gradual el resto de módulos del centro. Además empezamos también la tramitación de la ampliación de la red eléctrica para evitar las molestias que están provocando los cortes de luz. Es intolerable que se haya llegado a esa situación».

Además de ampliar y mejorar los recursos residenciales existentes, Galmés ha destacado que el nuevo gobierno de Mallorca “mantendrá y reforzará también el Servicio de Atención Integral a Domicilio (SAID) para aquellas personas que no necesitan ingresar en un centro y desean envejecer en su casa. Facilitaremos que puedan disfrutar de esta etapa de la vida cerca de los suyos» y destacó que «además lucharemos por recuperar la presencialidad y eliminar la brecha digital que limita el acceso de las personas mayores a la información, genera incomunicación o aislamiento afectando a su salud mental».