• El especialista Iñaki Alonso nos da las claves para crear circuitos de detección de violencia contra la infancia en el ámbito deportivo y de ocio
• “La LOPIVI pide que trabajemos conjuntamente para generar espacios seguros y protectores para la infancia, también en las instalaciones deportivas”

En el ámbito del deporte existen violencias normalizadas; también en el deporte con niños y niñas, considera el experto Iñaki Alonso: “Hay conductas que están adheridas a la cultura deportiva: comentarios, gestos, miradas, maneras de dirigirte… se tiene como parte del proceso, no como violencia”. Además, se dan otras formas de violencia invisibilizada.

Los municipios, así como las federaciones o clubes que gestionan las instalaciones de deporte, son responsables de que estos espacios sean seguros y protectores para la infancia

“Quienes gestionan instalaciones deportivas tenéis una competencia muy importante: salvaguardar la esencia de la LOPIVI”, dice el especialista. Una ley que exige “que trabajemos conjuntamente para generar espacios seguros y protectores para la infancia, también en vuestras instalaciones”.

Basándose en su experiencia, Alonso ha ofrecido todas las pautas sobre cómo crear circuitos para prevenir la violencia en los entornos deportivos en los municipios: aspectos como los protocolos de prevención, la aplicación de la LOPIVI o la figura del delegado de protección, entre otros.

Para empezar, Alonso propone analizar si una instalación deportiva es segura o no, y para ello debemos contar con estos elementos:

-Físicos

Aspectos como el acceso y salida, cómo llegan hasta allí los niños y niñas, si hay iluminación suficiente… Si la instalación es antigua, y no se puede cambiar, se debe adaptar o cambiar los protocolos de funcionamiento. El especialista lo ilustra con un ejemplo: 

Durante la inauguración de una instalación deportiva de última generación se preguntó a los niños y niñas por su opinión. Estos dijeron que la instalación les gustaba pero que pasaban miedo en el camino al tren. Mucha gente se dio cuenta entonces de que había un tren que los niños y niñas cogían para acceder a las instalaciones y cuyo camino no estaba iluminado por la noche. “Quien había diseñado esa instalación deportiva lógicamente es una persona adulta que acude en coche y que trabaja sobre plano”, dice Alonso. “El análisis de riesgo de cómo llegar y salir involucra a los niños y niñas es muy importante en ese diseño”.

-Adultos/as que trabajan con infancia

Entrenadores, personal de mantenimiento, de vestuarios, de limpieza… todo profesional que trabaje con infancia debe ser consciente de que determinadas conductas conllevan riesgo y tener claras las pautas de protección.

“Las personas que rodeamos la práctica deportiva debemos saber que tenemos una responsabilidad”, dice Alonso. “En cualquier ámbito donde se trabaje con niños y niñas, el profesional debe ser consciente de su responsabilidad, que es el cuidado y la protección”. Y para ello es importante la formación.

-Tipo de usuarios y actividades

El experto sugiere prestar atención a aspectos como la edad de los niños y niñas, los horarios, las zonas de vestuarios (si hay interacción entre ellos), etc. “Debemos tener análisis de riesgos en las tomas de decisiones”.

-Protocolos de actuación

Para el experto, las entidades deben tener marcos de protección a la infancia, donde el protocolo es un elemento más. “Los protocolos deben prevenir situaciones de violencia. Tienen que estar relacionados con actividades diarias que eviten situaciones de riesgo”, añade.

Por ejemplo: tan importante es el protocolo de actuación como el protocolo en los viajes, el de la comunicación online con los chicos o el de la utilización de fotografías. “Todos esos protocolos son de prevención. Es importante saber qué hacer para crear un entorno seguro y protector para niños y niñas”, añade.

“Los protocolos tienen que estar relacionados con actividades diarias que eviten situaciones de riesgo”

Finalmente, frente a una situación de desprotección, “nosotros no las intervenimos”, apunta. “Los pasos son detectar, asumir y comunicar. Nuestra labor en protocolos de actuación es detectar situaciones de violencia y poner en manos de especialistas los casos que hemos visibilizado. Vamos a evitar hacer cosas inadecuadas que aumenten el impacto de alguien que ha recibido la violencia”.

El delegado de protección

La LOPIVI no establece su perfil ni funciones de forma clara, de modo que Alonso propone varias características con las que debe contar el profesional que cumpla este rol:

• Un perfil determinado (tanto en formación como en personalidad o habilidades).
• Una formación específica que le permita ser capaz de detectar situaciones de violencia contra la infancia.

El especialista cree que, para los municipios, seguir las pautas de la LOPIVI “a corto y medio plazo va a ser relevante. Las entidades que trabajan de manera más consciente esta materia van a tener espacios más agradables, seguros y protectores para chicos y chicas”.

Pasos para prevenir posibles situaciones de violencia en los programas de deporte

1. Ser consciente de que lo tiene que hacer. “El personal tiene primero que ser conscientes de qué es violencia y de que tienen que velar por el cuidado de los chicos y las chicas que tienen a su cargo”.

2. Tener en cuenta qué tipo de municipio es, qué actividades deportivas desarrolla, qué volumen tienen.

3. Generar un marco mínimo protección a la infancia en el ámbito deportivo. Debe contar con una declaración de que el deporte que practicamos en el municipio sirve para formar en valores a nuestros niños y niñas, y para ello debe ser seguro. Elementos que determinan la seguridad:

-Que el municipio cuente con un responsable de protección a la infancia

-Bases de subvenciones para las entidades de deporte.

4. Formación para profesionales y protocolo para las entidades deportivas. Mínimas nociones para saber cómo reaccionar. “Son los retos que tenemos pendientes”.